Testimonios Que han Terminado Con El Sufrimiento de Várices ó Arañitas
De jóven empecé a sentir calambres, en las piernas y me dí cuenta que tenía esas arañitas de color voileta que no me dejaban lucir bien mis piernas.
Tambiésn se empezaron a hinchar mis tobilllos y a sentir dolor por lo que me descubrieron venas várices en mis piernas.
Per una Amiga me recomendó el Método de Esfanía Garret "Várices Nunca Más", lo compré y al poco tiempo empecé a ver buenos resultados hasta quedar totalmente sanada. Muchas Gracias.
Mi madre sufría de várices hacía muchos años, y su estado había empeorado con la menopausia. Recorrimos muchos especialistas pero nadie le ofrecía soluciones. Encaraba un tratamiento u otro, y al poco tiempo todo volvía a estar como al principio.
Julián, mi hijo, un día se topó con el sitio VaricesNuncaMas.com y me dijo que lo veía especialmente pensado para la abuela.
Leí atentamente durante un largo rato y luego ordené La Guía de Estefanía Garret. Desde un principio mi madre se lo tomó muy en serio, es muy metódica. Siguió al pie de la letra todas las indicaciones y hoy se la ve más activa que nunca!
Dora Valente Pazos, Sucre Bolivia.
Era impensable. Modelaba desde los 18 años y ahora -apenas a los 23- comenzaban a aparecer pequeñas várices en mis piernas. Me desesperé. Podía ocultarlas con maquillaje, pero… ¿hasta cuándo?… ¿podría seguir con mi profesión o debería retirarme?
No sabía qué camino tomar hasta que mi personal trainer me confesó que él había tenido el mismo problema que yo y lo había resuelto gracias a una Guía que había ordenado en Internet. Al principio fui bastante incrédula “tanta cosa se publica en Internet” pero luego de escuchar su relato me fui convenciendo.
Mañana tomo el primer vuelo a Miami, tengo que hacer tres tapas de revista. ¿Mis várices? Después de seguir la guía de Estefanía Garret… son solo un mal recuerdo.
Ámbar, Caracas Venezuela.
y Muchos más . . . . . . .
Era impensable. Modelaba desde los 18 años y ahora -apenas a los 23- comenzaban a aparecer pequeñas várices en mis piernas. Me desesperé. Podía ocultarlas con maquillaje, pero… ¿hasta cuándo?… ¿podría seguir con mi profesión o debería retirarme?
No sabía qué camino tomar hasta que mi personal trainer me confesó que él había tenido el mismo problema que yo y lo había resuelto gracias a una Guía que había ordenado en Internet. Al principio fui bastante incrédula “tanta cosa se publica en Internet” pero luego de escuchar su relato me fui convenciendo.
Mañana tomo el primer vuelo a Miami, tengo que hacer tres tapas de revista. ¿Mis várices? Después de seguir la guía de Estefanía Garret… son solo un mal recuerdo.
Ámbar, Caracas Venezuela.
y Muchos más . . . . . . .
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